Una señora quería comprar un loro, va a la veterinaria y el joven que la atiende le comenta que solo tiene un loro pero que éste había pertenecido a una señora que tenía un burdel, por lo cual su vocabulario era altamente ordinario.
A la señora no le importó y dijo que lo educaría nuevamente.
Llega a su casa y destapa la jaula y el loro comienza:
-Nueva casa, nueva madame.
-La señora se rie y espera ansiosa a que sus hijas lleguen de la escuela.
El loro al verlas dice:
-Nueva casa, nueva madame, nuevas putas.
-Las hijas no pueden contener la risa y esperan su papá Roberto, llegue para que vea el loro.
Llega el papá a la hora de la comida y el loro dice:
-Nueva casa, nueva madame, nuevas putas, pero los mismos clientes, ¡ Hola Roberto !