lunes, 6 de julio de 2015

SE VA UN BUEN TRABAJADOR, AMIGO Y SPORTINGUISTA...


Con esta carta dirigida al sportinguismo en general, el que hasta hoy fue el readaptador del Real Sporting, fisioterapeutoa y sobre todo un gran trabajador y amigo de los futbolistas que necesitaron sus servicios, se despide después de una década al servicio del club.

Lorenzo en una sesión de recuperación con "Pichu" Cuellar | web
"Han pasado mas de diez temporadas desde mi llegada al Sporting y, como casi todo lo bueno, tiene un final. Concluye mi presencia en el club en un momento dulce, con el equipo en Primera y con un halagüeño futuro sustentado sobre una joven y animosa plantilla que se encuentra liderada por unos grandes profesionales.
Cuando escribo estas líneas por mi cabeza pasan muchos grandes recuerdos, más de los que en principio podía imaginarme.
No quiero que sea una carta de despedida. Más bien prefiero que estas líneas sean el sincero agradecimiento que brota desde lo más hondo de mi corazón. Un agradecimiento que quiero extender a todos los integrantes de esta gran familia que es el Sporting. No nombraré a nadie y no por miedo a olvidos, sino porque la lista sería enorme. De verdad que nunca os olvidaré a ninguno.
Gracias muy especialmente a todos los jugadores, verdadero “leitmotiv” de mi profesión. Con vosotros, más que trabajar, lo que he hecho ha sido compartir sangre, sudor y lágrimas. Lo sabéis bien.
Hemos vivido muchos episodios de gran dureza. De ellos he extraído amistad y mi más profunda admiración por vuestra entrega, por vuestro ilimitado ánimo de superación, por vuestra lucha al superar las lesiones y por cómo en todos los casos os enfrentasteis con admirable entrega al cansancio y a las dudas.
De todos vosotros, de todos esos instantes en los que hemos estirado el umbral del sacrificio hasta extremos que muchas veces ni habíamos podido imaginar, he aprendido algo, me he hecho mejor profesional y creo que también mejor persona. Gracias, amigos, muchas gracias.
También permanecerá siempre en mi memoria la enorme afición de la que disfruta este club con su apoyo incondicional que presta no solo a los futbolistas. Confieso que me he sentido muy querido.
Los que me conocen saben que soy persona de desafíos constantes, que necesito someterme a retos de manera permanente y que antes de acabar uno ya estoy pensando en el siguiente. Por eso me ha llegado el momento de decir adiós al Sporting, a uno de los tramos más maravillosos de mi vida, para enfrentarme a nuevos objetivos.
Siempre llevaré al club en mi corazón y con él, a todos vosotros.
Me reitero, muchas gracias".