jueves, 9 de octubre de 2014

HOY HABLAMOS DE... ABELARDO


Fue jugador antes que técnico. Y hoy es el entrenador de moda para los aficionados del Sporting y para el fútbol de plata español, que le ha concedido el galardón de mejor técnico de la Liga adelante durante el pasado setiembre. Abelardo Fernández Antuña (Gijón, 1970) es en los banquillos lo que muchos de sus jugadores en el fútbol: una promesa. En su primer gran reto en el fútbol profesional, a Abelardo le ha tocado dirigir un puñado de "guajes" llenos de talento y escasos de experiencia. Un reto a la altura de los grandes que el Pitu afronta con la misma valentía que tuvo Aranguren cuando lo hizo debutar a él en el Santiago Bernabéu con sólo 19 años. Ha bastado escasos partidos (en los siete de la temporada pasada asumió un equipo diseñado para Sandoval) porque el "Abelardismo" se haya convertido en religión.

Desde hace días, el sportinguisme remata con esta etiqueta sus comentarios sobre el equipo en las redes sociales, hasta lograr convertirla en tendencia. El "Abelardismo" gana adeptos cada día, aunque la renovación del técnico tuvo también sus críticos, que nunca faltan. El Sporting de los "guajes" se mantiene invicto después de siete partidos, hace gala de un poder físico envidiable y muestra un nivel de compromiso que sólo se consigue con el amor verdadero. Todo esto viene inculcado por un entrenador que ya tuvo muchos de estos futbolistas en alguna de sus dos etapas al frente del filial.
El Sporting ha traducido la falta de recursos económicos, que le ha impedido fichar, en una apuesta firme y decidida por Mareo. La escuela de fútbol vuelve a ser la esperanza a la que se aferra el club en los peores momentos. No hay reproches, por el olvido en que cae el vivero en tiempo de abundancia, Mareo siempre responde. Las claves del éxito de Abelardo se deben buscar en grandes conceptos que se pueden aplicar los profesionales de cualquier ámbito. La primera palabra mágica es la humildad, una de las preferidas por el Pitu. El esfuerzo, la casta, el compromiso, la unión del bloque, la solidaridad ... son otras de las características que definen el libro de estilo de la "Abelardismo". Abelardo había prometido un equipo competitivo, al que no sería fácil derrotar. Cuando se han disputado tres jornadas, el Sporting se mantiene invicto, ha sumado siete puntos de nueve y ocupa la parte alta de la clasificación.

El técnico ha sabido enganchar también los aficionados con un discurso cercano, diciendo muchas veces las cosas por su nombre y buscando la identificación de los seguidores. Abelardo es de Gijón y del Sporting, siempre lo ha sido y lo repite a la mínima ocasión. Otro aspecto humano que acerca el Pitu con sus seguidores es su vehemencia en las celebraciones. Una imagen suya, corriendo por el campo y haciendo el avión tras el gol de Pablo Pérez en Albacete, fue la imagen que representa cómo vive el técnico cada partido
Abelardo dirige un equipo muy joven, pero el técnico no alinea los "guajes" por obligación. Dejó fuera de las primeras convocatorias el capitán Iván Hernández, desplazado por el juvenil Julio, o el centrocampista Mandi, con años de experiencia en la categoría, para dar cancha al debutante Rachid. El fútbol, ya se sabe, es una carrera de fondo y todo puede cambiar, según una de las frases de Abelardo, pero está claro que este es un proyecto con buenos principios y que se está cimentando la base de un equipo con recorrido por delante. Abelardo no está solo. Le acompañan Iñaki Tejada y Gerardo Ruiz, un cuerpo técnico que evoca la etapa de Preciado. A nivel social se puede vivir un fenómeno similar. Es el "Abelardismo"