Nuestro día empezó el viernes donde parte de los que al día siguiente íbamos a ir a Sabadell quedamos para tomar algo, charlar, y sobre todo participar y escuchar el programa “Sporting somos todos” ya que al día siguiente era “nuestro gran día”. Después de pasar una noche en compañía de nuestros amigos, nos fuimos cada uno a su casa, al día siguiente había partido, y el día sería intenso y largo.
Nuestro partido empezó a las 05:30 am cuando por los nervios empezó el grupo de Whatsapp de la peña a echar humo, ya que la gente estaba ya despierta esperando que llegara el momento de reunirnos en Sabadell.
Por fin llegaron las 11:00 am, hora en la que habíamos quedado los miembros que íbamos a ir al hotel frente a sus puertas para demostrar a jugadores y cuerpo técnico que una vez más, y pese a la distancia, el Sporting no iba solo. A las 11:05, que ya estábamos todos, la terraza del bar era completamente rojiblanca, y empezó a oírse los primeros golpes de bombo y gritos de Sporting, Sporting. Se vitoreó a todos y cada uno de los jugadores que salieron a pasear, a Quini (lo mejor vendría luego), y a Sandoval cuando salió a pasear, ya que pese a quien pese y nos guste más o menos en esos momentos era entrenador del Real Sporting deGijón.
Poco después llego uno de los momentos más esperados por todos, y fue la llegada de la “Peña Desastre”, que sin duda animo con sus canticos y gracias la mañana de una forma tremenda. Con el Padre Carras al cabeza, más conocido como “El Sportinguista”, fueron bajando poco a poco del autobús, hasta que se unieron por completo a nosotros y formamos, una marejadilla rojiblanca en toda regla. El ambiente se tornó de fiesta, con continuos canticos, bromas, chistes….
Tras acabar con la cerveza sin alcohol del chino en el que estábamos sentados, llego uno de los momentos más esperados, donde Quini, iba a ser homenajeado por la Peña Sportinguista de Barcelona, haciéndole entrega de la placa conmemorativa, una bufanda y el carnet de socio Nº1 de la misma. Fue un momento cargado de emotividad, nervios, admiración y que se tornó en una de las mayores anécdotas del día cuando Quini explico cómo se encontró por la calle con el Carnet de Socio, que habían extraviado previamente los miembros de la peña. Podéis ver íntegramente el video, donde lo explica, y ver que este hombre aparte de haber sido un grande en el futbol, es un grande como persona.
Una vez acabado el acto, y después de que gran parte de los jugadores se hicieran fotos con los peñistas congregados en el hall del hotel, salimos a terminar los refrescos aguados (por el tiempo de espera) que teníamos en la terraza, momento que aprovechamos para hacer varias de las mejores fotos del día, que son en las que Peña desastre y Peña Sportinguista de Barcelona, se hermanaban.
Comenzamos el camino hacia el lugar donde teníamos reservado para comer (una peña del Sabadell frente al campo). En ese trayecto fuimos hablando y conociéndonos un poco, hasta que descubrimos por que llaman al estadio la Nova Creu ALTA. Alta no, donde Cristo perdió los clavos. Parecía el Tour de Francia en pleno Julio. Gente con sofocos, todos sudando, reventados, con diferencias de 40 minutos entre los primeros que llegaron y los últimos, pero lo conseguimos, aunque este camino provoco un cambio. Tras comer íbamos a bajar al hotel para despedir a los jugadores, y subir de nuevo al estadio, pero por el bien de nuestra salud y dado que el Sporting se negaría a subirnos en autobús, decidimos esperarles en la puerta del estadio, que había el mismo camino y ellos lo hacían sentados.
Degustamos productos típicos de la zona (me refiero a zona de futbol) en un menú basado en fritanga que a día de hoy aun tratamos de asimilar, aunque eso sí, comida hubo por un tubo. Unos cafés, charlas, chupitos, y se iba acercando el momento.
Entre que llegaba el autobús del equipo y abrían las puertas, hicimos entrega de las bufandas de la peña Sportinguista de Barcelona a la Peña Desastre y a la Peña Piniella que nos habían mandado varios detalles a través de la peña que se desplazó desde Avilés. Así mismo, la Peña Desastre, nos regaló varias camisetas, pins… Un hermanamiento precioso, con buen ambiente y que próximamente esperamos pueda repetirse en nuestra visita al “TEMPLO” que posiblemente sea de cara al inicio de la próxima temporada.
Al poco rato el equipo estaba llegando, todos en pie, el bombo sin parar de sonar, nuestro equipo había llegado y ahora había que llevarlos en volandas. Gritos de “Sporting, Sporting”, “Juegas en casa, Sporting juegas en casa…”, el ambiente era alucinante, los jugadores lo agradecían con gestos en sus caras, pulgares hacia arriba. En esto sale Sandoval y apretando los dientes y los puños hace un gesto a la afición de rabia que espoleaaún más a la gente y aumenta el tono de los cánticos. Era nuestro momento y no podíamos fallar, porque sabíamos que el equipo no lo iba a hacer y nos iba a regalar el mejor fin de fiesta.
Nos encaminamos a la puerta de entrada, para coger sitio y animar a nuestro equipo desde el calentamiento. Colgamos nuestras pancartas, colocamos el bombo, y a esperar a que nuestro Sporting saliera a calentar y a darnos esos tres puntos que tanto anhelábamos. Por fin llegó el momento, y salta primero Alberto y después el resto de la plantilla. Ovación, ánimos y todo el mundo agitado con esos nervios que entran cuando animas a tu equipo fuera de casa.
Entre tantas salta a calentar Santa Patraña, eltrencilla, que al parecer tenía conocidos en la grada, ya que todos le daban recuerdos a su madre. Reconozcamos que no perjudicó al equipo en absoluto en este partido.
El ambiente en las gradas era excepcional, y elcórner del fondo sur se volvió rojiblanco.
Empieza el partido, suena el himno del Sabadell que se ve silenciado por la afición Rojiblanca que comienza a cantar su himno, los ánimos de la afición Sportinguista no cesan, pese a que no entienden que Alberto pierda tiempo en sus saques desde el minuto 1. El tiempo pasa y el equipo está sin ideas, no hay combinación alguna en el medio campo, no se buscan las alas, y el partido se vuelve un tanto bronco en cuanto a juego. Pese a que el equipo no está dando lo que la gente esperaba, la afición no decae y sigue animando a su equipo. Llega el descanso, y los primeros comentarios negativos empiezan a oírse: “Esto acaba mal…” “No jugamos a nada…”
Empieza la segunda parte, la afición se vuelca de nuevo, no podemos por mucho que no nos gustara la primera parte dejar a nuestro equipo en la estacada, teníamos que ayudar. Queríamos que el sol saliera para nuestro equipo, para toda la gente que estaba en Gijónviendo el partido. Parecía que estábamos empezando a usar las bandas algo, sobre todo la de Isma, que estaba fundido (aun no entiendo por qué, ya que no desbordo ni los conos del calentamiento) y faltaba esa últimapizca para llegar bien. Los centrales tenían bien parado a Stefan no dejándole en ninguno de los centros entrar cómodo al remate. Y llegó lahecatombe. Tras irse Barrera y entrar Carmona llegan las lesiones de Cases y Lora. Y ahí, en ese momento llego la situación que ninguno de los Sportinguistas que estábamos en el campo queríamos ver. Salen Jara y Mandi. Y Jara vuelve al vestuario a los 2 minutos de entrar. ¿Quién se ha creído ese niño para soltar una patada sin balón, dejar a su equipo con 10 y a merced de un equipo como el Sabadell, que recordemos es el mejor equipo en casa de la Liga? Esa decisión de revolverse le costaría a la postre el partido al equipo. Si, le costó el partido porque el Sabadell no hubiera pasado de medio campo en todo el partido, esperando atrás a bombear balones a Aníbal. Pregunto yo, y mira que no es de mi agrado el míster, pero alguien me puede decir ¿qué culpa tiene Sandoval en que este tío se le cruce el cable? El Sabadell en ese instante, cambio el chip, y en 10 minutos ahogo las ilusiones de una grada. De una peña que comenzaba en ese partido, de dos peñas desplazadas desde Asturias, de cientos de Sportinguistas que en las gradas y con las manos en la cabeza, veíancomo se escapaba no el ascenso directo, si no la promoción. Era tal la impotencia que hubo gente que hasta se le escapo alguna lagrima al ver que otra vez se repetía lo mismo. Tamudo nos remató en el 89, y el partido se acabó. Ni una voz se oía. Todos rotos, pensando en lo mucho que se había dado y lo poco que se había recibido, no por el resultado, ya que en el futbol se gana, empata o pierde, pero si en la entrega. Los jugadores enfilaron los vestuarios, y Sandoval, quizás en una de sus últimasordenes en el club, y posiblemente de las másacertadas, les dio la vuelta a todos y les obligo a ir a la grada donde nos encontrábamos. No voy a mentir al respecto, no se les recibió con ningún cariño, no por la derrota, pero si con la actitud en el campo. Gritos de “Esa camiseta, no la merecéis…” “Nosotros somos Sporting”….el ambiente estaba mezclado entre impotencia, tristeza y enfado. Los jugadores pedían disculpas mientras la gente les decía que no con la mano, gente que cada fin de semana va al Molinón, y que quizás ayer y después de tantos kilómetros de desplazamiento, dijeron basta ya.
Esta es la crónica de cómo una nueva peña vivió su bautismo en un partido oficial como peña constituida. Como la ilusión nos invadió desde días atrás, y como en 10 minutos, todo se fue al garete.
Nosotros somos Sporting, se gritaba al final en la grada, y eso que nadie lo dude, porque el Sporting, nunca ira solo, siempre tendrá detrás esa tremenda afición que sin cobrar más que en ilusión siempre va tras su equipo.
AHORA MAS QUE NUNCA, REAL SPORTING DE GIJON.
David Herrero Lobato Vpte. Peña Sportinguista de Barcelona