Atípico este mes de
noviembre. Hemos conseguido 8 puntos de 12 posibles, cuatro partidos invictos,
y no estoy contento con el equipo. ¿Seré demasiado exigente?, ¿le tendré manía
a Sandoval?, ¿seré un ignorante del fútbol?, ¿habré perdido el norte de lo que
es importante y lo que no? Todas estas dudas me martillean el cerebro, así que
trataré de desarrollar lo que he visto durante este mes en el equipo a ver si
consigo aclararme y, al final, como en los cuentos, os relato quienes son los
buenos y quienes los malos. Vamos a ello:
CÓRDOBA 2 – SPORTING
2. Se inicia el mes con la visita al Nuevo Arcángel, cosechando un nuevo empate
a domicilio, tras ir por detrás en el marcador en dos ocasiones. Sorpresa en el
once inicial, adelantándose Lora al interior, con Carmona acompañando a la
dupla Garai-Cases y relegando a Alex Barrera al banquillo; Luis Hernández ocupó
el lateral derecho.
Inicio de partido
tocando el balón y con cierto dominio, hasta que un penalti cometido por
Scepovic (sólo visto en la imaginación del colegiado), nos hizo empezar una vez
más a remolque. El equipo se rehízo y consiguió crear ocasiones que no llegaron
a fructificar hasta el minuto 75, en el que Carmona, en fuera de juego tras un
toque extraño con Scepovic, estableció el empate. No sé si sería porque faltaba
poco tiempo o porque ya es la consigna habitual, pero el equipo, que no estaba
jugando mal, dio un paso atrás, que el Córdoba no tardó en desaprovechar. Así,
una serie de imprecisiones defensivas, con falta de colocación en la banda
derecha y otro clamoroso error de marcaje de Rober Canella, permitieron a los
cordobeses adelantarse de nuevo, en lo que ya parecía una decepción más. Pero
en el descuento un centro pasado de Santi Jara lo desvía un defensor para dejar
a Dejan Lekic en franca posición para empujar el balón a la red. Un partido en
el que se pudo obtener un resultado positivo, simplemente con tener algo más de
ambición y acierto rematador. Stefan estuvo bastante desaparecido, no sabemos
si afectado por el riguroso penalti.
Por cierto, alguien
debería tomar ejemplo de los precios que estableció el Córdoba (y que se
muestran en la fotografía) para tratar de recabar el apoyo de la afición.
SPORTING 3 – SABADELL
1. En el siguiente partido, jugado en el Molinón frente al Sabadell, tuvieron
que ponernos contra las cuerdas para poder llevarnos la victoria. Partido muy
insulso en la primera parte ante un equipo muy ramplón, que al inicio de la
segunda parte, se beneficia del habitual error en cadena de nuestro sistema
defensivo (ojo, y lo recalco, el fallo no está solo en los cuatro de atrás,
sino en el bloque, que no es capaz de cerrar los espacios libres) para hacer
temblar los cimientos del Molinón, cuya paciencia está acercándose al límite.
Un penalti algo
riguroso a nuestro favor, ejecutado con la habitual sangre fría por nuestro
pichichi Stefan, templó los ánimos. Un acertado cambio desde el banquillo,
dando entrada a Barrera por Luis Hernández y acabando con el experimento (ese
día fallido) de Lora en el interior, se convirtió en la mecha necesaria para
prender el empuje del equipo que se volcó con más garra que clase hacia el
marco arlequinado. Entre el “ruso” y Dejan Lekic, que entró por un desdibujado
Lopez Garai, quien recibió una reseñable pitada desde la grada, fabricaron los
dos goles que establecieron la victoria final. Destacar el trallazo de Lekic en
el segundo gol desde el borde del área. Victoria más sufrida de lo que hubiera
debido ser, dada la poca calidad del rival, y lograda más por empuje que por
juego.
Otro empate a
domicilio, y van cinco en los siete partidos disputados hasta ese momento lejos
de Gijón. Un partido lamentable en cuanto al desarrollo del juego y que se decidió
por los fallos defensivos de ambos equipos. En el minuto 12, una jugada por la
banda izquierda sportinguista en la que sólo faltó ponerle una alfombra roja al
lateral Molinero para que encarara en solitario al Pichu Cuéllar para adelantar
a los pimentoneros. Y sólo cinco minutos después, un saque de banda mal
efectuado por el Murcia y la lentitud del defensa Dos Santos, unidos a la
picardía y concentración de Dejan Lekic, permitieron dejar el empate en el
marcador, que ya no se movería hasta el final del partido. Entre otras cosas,
por la inadmisible pasividad del equipo arbitral ante una clarísima mano de
Truyols en el minuto 73.
Pero, como ya
manifesté en su momento, no debemos permitir que los árboles nos impidan ver el
bosque, y aunque los errores arbitrales nos hayan perjudicado más que
beneficiado, el problema del Sporting actualmente no es ese, sino que es
primordialmente algo tan simple y sencillo como jugar al futbol, tener un
patrón de juego claro, y superar esta crisis de identidad, recursos físicos y
concentración e intensidad durante los partidos.
Por fin llegó la victoria a domicilio, en la octava
salida, pero fue, eso sí, una victoria engañosa, fruto de la dinamita que
tenemos en ataque, y no del buen juego. Lo más llamativo, el cambio de sistema por
un 3-5-2, con Isma López de carrilero izquierdo, a los pies de los leones, y la
dupla serbia por primera vez juntos en ataque. Pero claro, los experimentos
para los científicos, y el fútbol, por lo menos bajo mi entender, de ciencia
poco, y, como mucho, algunas veces ciencia ficción.
Banda izquierda convertida en una autopista (sin peaje), defensa
muy adelantada (el único dato positivo fue que se recuperó la presión sobre el
balón que hacía diez jornadas que no veíamos), centro del campo lleno de
agujeros y el Lugo entrando hasta la cocina (me salió así, sin segunda
intención). Fruto de esas facilidades llegó el gol a los 6 minutos y un claro
dominio posterior que parecía nos llevaría a un varapalo similar al vivido en
Mendizorroza. Pero, como el fútbol no es exacto como la ciencia, dos jugadas a
balón parado (una con la fortuna de un muslazo de Luis H. y la siguiente un
triple toque de cabeza dentro del área) le dieron la vuelta al marcador. Esos
dos goles y la continuación en la presión sobre el balón del Sporting descolocaron
a los lucenses hasta el descanso y serenaron nuestro juego, manteniendo más el
balón.
La salida en tromba del Lugo en la segunda parte, fue
desactivada en el minuto 53, merced a un contrataque de lujo, iniciado por
Sergio, continuado en la conducción por Barrera y culminado por Lekic, que se
sacó un centro pasado desde la banda izquierda que Scepovic definió según le
caía con la calidad que de sobra conocemos.
Pasamos de esperar un varapalo a tener un partido que,
para cualquier equipo con aspiraciones, debería de estar finiquitado; pero nos
empeñamos en echarnos atrás y entregarle el terreno y el balón al Lugo que
martilleaba una y otra vez hasta la línea de ¾ de campo, pero su falta de
mordiente permitía que los tres puntos viajaran de vuelta a Gijón con nuestra
magnífica afición.
PORTERÍA. Cuellar,
en su línea de irregularidad, aunque parece que asume menos riesgos con el
balón en los pies. Sigue dudando en exceso en las salidas, pero sus reflejos
bajo los palos también nos siguen sacando de algún apuro.
DEFENSA. En general,
en una dinámica muy negativa. Lora, se podría escribir mucho sobre la situación
de Lora; deportivamente dista mucho de su mejor forma, pero creo que está muy
influenciado por la incertidumbre sobre su futuro, si es que no tiene nada
atado con otro equipo, tal y como dieron a entender sus padres en una
conversación con miembros del grupo en Mareo. Jugó dos partidos como interior,
con un rendimiento muy irregular, por lo que debería volver al lateral, sobre
todo teniendo en cuenta que su sustituto Luis Hernández, sigue sin dar el
resultado exigible en esta categoría, con muchas lagunas defensivas, sobre todo
de posicionamiento, y un pobre bagaje atacante, sólo basado en la potencia de
sus saques de banda. Respecto a Luis, su partido en Lugo como central pudo ser
el menos malo, tras haber jugado los cuatro de este mes (252 minutos).
En el otro lateral,
Canella también está desconocido y sus fallos de marcaje nos siguen costando
goles.
Los centrales siguen
siendo contundentes por alto, sobre todo Bernardo, pero los contrarios se han
ido dado cuenta de su lentitud y les ganan la espalda cada vez con más
frecuencia. El bueno de Ivan Hernandez cumplió como sustituto en dos partidos,
pero nada más. Hasta la salida de balón de Mandi está funcionando más
deficientemente que al principio de liga.
Nacho Cases ha sido
el único que ha jugado los cuatro partidos completos y puede que hayamos visto
su mejor versión de los últimos años. Pone todo lo que puede, intenta
distribuir el juego dentro de sus escasas posibilidades técnicas, pero deja
muchos huecos libres por falta de
colocación (algo primordial para un organizador) y sigue corriendo
defensivamente bastantes veces con poco criterio, con lo que descoloca al resto
del equipo.
López Garai está
lejos, muy lejos, de lo que yo por lo menos, esperaba de él. Su juego, desde
que no está Bustos, se ha resentido mucho, ya que quiere estar pendiente de
labores defensivas y de construcción a la vez y todo no puede ser. Sigue
haciendo la labor oscura de estar pendiente de tapar huecos, pero su juego de
ataque se ha vuelto demasiado simple y horizontal. Su peor mes de esta
temporada y lo acabó pagando con el banquillo en el último partido.
Alex Barrera está en
una franca y enorme progresión. No entiendo su suplencia los dos primeros
partidos y en uno de ellos, el del Sabadell, su salida supuso el resurgir del
equipo. Tiene mucho recorrido, trabaja defensivamente y cada vez mejora más en
su llegada al área y en el juego en carrera. Para mí, entre los tres destacados
del mes.
Carmona, tres
partidos titular (Córdoba y Sabadell en la media punta y Murcia en banda), y el
de Lugo, entrando desde el banquillo los últimos 20 minutos. Sigue sin
asentarse, ni como revulsivo, ni como titular, ni en el centro ni en la banda.
Descorcha su calidad solo a ráfagas y se pierde en jugadas poco prácticas.
Mucho margen de mejora.
Sorpresa muy
agradable la de Sergio Alvarez. En los primeros 14 partidos de liga, sólo 3
convocatorias y ni un minuto jugado. Contra el Lugo, en un partido crítico y en
el que no se podía fallar, en un campo complicado, contra un rival que juega a
tocar y manejar el balón, con un cambio de sistema sorpresivo, Sandoval le
lanza al ruedo de titular. En el minuto 6 de partido, un rival se le va y marca
el primero del partido. Pensé: se acabó Sergio en el Sporting. Pues no, se supo
sobreponer y acabó siendo de los mejores del equipo, se fajó en defensa, que no
es lo suyo, y jugó el balón con cierto criterio. De verdad desearía que se
pueda asentar, porque creo que tiene más calidad de la que se le ha permitido
demostrar en el equipo.
Casquero, quince
minutos en dos partidos, poco se puede decir sobre él.
DELANTEROS. Junto a
Alex Barrera, la línea que ha salvado al equipo. Empiezo por Lekic, que ha
conseguido marcar en los cuatro partidos del mes. Y ha demostrado que no es
simplemente un tronco de 1,92 para rematar de cabeza. Su entendimiento con
Scepovic es bueno, y no se pisan sobre el terreno de juego, además de que se
respetan, priorizando el bien del equipo (¿recordamos lo que pasaba entre los
delanteros en estos últimos años?).
Scepovic no ha
rendido como en los meses anteriores, pero ha asegurado sus dos golitos en tres
partidos y ha seguido aportando su juego de equipo, desmarques, presión a los
centrales, etc.
Isma López y Hugo
Fraile, los puñales se han quedado romos y el afilador no encuentra la piedra
adecuada. Fraile parece intocable para Sandoval, ya que los dos partidos que se
perdió fueron por sanción y lesión, respectivamente; no contribuye ni en ataque
ni en las ayudas defensivas a su compañero de banda. Isma López (descontando el
partido de Lugo, en el que estaba más perdido que un pulpo en un garaje,
jugando de carrilero) vuelve a estar fuera de forma, y esto ya no es fruto de
la falta de pretemporada; tampoco desborda, ni enlaza juego con la dupla
serbia. Lo que había sido un dato positivo a principio de temporada con la
recuperación de las bandas, se ha diluido preocupantemente.
Por último Santi
Jara, 46 minutos en dos apariciones. Lo único positivo que hizo esta temporada,
el centro para el gol de Lekic en Córdoba. Para este viaje, no se necesitaban
alforjas.
Completamente
perdido, tomando decisiones a bandazos, sin continuidad y no sé con qué
criterio. Cuando acaban los partidos, para él todo ha estado bien, pero llega
el partido siguiente y cambia jugadores y hasta sistema. Parece que escuchara las
críticas que le hacen los demás y dijera, bueno, vamos a probar algo distinto,
eso sí, sin entrenarlo durante la semana ¿o lo entrenan en secreto dentro del
vestuario con la Play? El experimento de Lugo tuvo la tremenda suerte de que le
dio resultado, pero analizado tácticamente dejó unas lagunas defensivas
enormes, de las cuales no se aprovechó el rival. Me parece bien que quiera una
apuesta ofensiva, pero sin desarmar el equipo. Lo único salvable, la
recuperación de la presión adelantada sobre el contrario, de lo cual nos
congratulábamos en aquel lejano inicio de temporada; puede usted seguir
haciéndolo, pero con las líneas bien armadas y juntas. Y experimentos como el
de Isma López de lateral son muy peligrosos y de principiante.
Sigo esperando saber
a qué juega mi equipo y creo que puedo seguir mucho tiempo.
Yo, hace ya mucho
que perdí la confianza en Sandoval totalmente; pese a ello, creo que con los
mimbres que tiene, puede construir un buen cesto que pueda recoger las flores
de los primeros puestos de la tabla; simplemente con armar el equipo y dejarles
a los atacantes desarrollar su juego: rápido, combinativo y recuperando las
bandas.
Una última cosa: ¿ni
siquiera por vídeo piensa enterarse usted de lo que tiene en el segundo equipo?
Venga, no se preocupe, que no le diremos nada al “pitu” Abelardo, pero eche un
vistacín, que se puede quedar sorprendido.
Este mes le voy a
pedir poco. Vayan a la LFP y den un golpe encima de la mesa para que se nos
respete como entidad. No me escudo en los errores arbitrales, porque los de
nuestro juego son mayores, pero por lo menos para que hagan ustedes algo.
Enlazando con el
principio del artículo (si os acordáis y habéis sido capaces de aguantar hasta
el final de esta larga parrafada, lo cual tendría mérito), creo que ya me voy
aclarando:
- El
Sporting tiene dinamita en ataque (9 goles en 4 partidos) y efectividad que
suplen la falta de criterio ni patrón de juego.
- Se
ha recuperado la intensidad y el coraje para no dar por tirados partidos.
- Rivales
flojos como el Sabadell o poco contundentes como el Lugo.
- Fragilidad
del sistema defensivo (no solo la defensa, el sistema completo), falta de juego
solidario y cierre de espacios.
Con todo esto, los
príncipes de nuestro cuento vienen de Serbia y se hicieron amigos de un “ruso”;
el encantador de serpientes nos llegó de Humanes (pero las serpientes pasan de
él y ya van a su bola, no consigue encantar a nadie); Mr Scrooge sigue viviendo
en su casita de cristal, mezquino y contando su dinero y la sufrida afición,
como Phileas Fogg, sigue dando la vuelta al mundo, sin decaer, con su equipo.
Hasta el mes que
viene. PUXA SPORTING, SIEMPRE ESTAREMOS CONTIGO.