El equipo de Abelardo basado como era de esperar en la cantera, se vio en un terreno de juego lleno de interrogantes, sin saber si serian capaces de responder a la esperanza que todo el sportinguismo tiene puesto en ellos. Una grada desangelada 2900 escasos espectadores según información del Numancia y como no, entre esos, unos 150 del Sporting que como siempre nunca deja sólo al equipo, allá donde vaya, siempre hay una bandera, una bufanda o una camiseta rojiblanca para animar, y ayer encontraron la recompensa de ver a lo yogurines de Mareo vencer y además justamente.El partido empezó como se pensaba, duro y muy frontal, todos los equipos de Anquela tienen esas características, un perfecto y elegante toque de balón pero a la vez una seriedad defensiva y presión que asfixia al rival tanto en el centro de campo como en la salida del balón, eso fue lo que se vio ayer de inicio y durante una gran parte del encuentro. Precisamente no fue la justa expulsión del ovetense Juanma, doble amarilla con justas y merecidas tarjetas en cada una de ellas. En cambio si gano y bien la partida el equipo gijonés en la respuesta física de los jugadores, mayor aguante y mejor final de partido para los discípulos de Gerardo Ruíz que una temporada más les ha preparado adecuadamente y que veremos como esto será importante a lo largo de esta larguisima temporada.
El toma y daca del centro del campo no hacía nada por el espectáculo futbolístico, al contrario, las pocas llegadas del Sporting, llevanban peligro en la mayoría de los casos con la calidad que llevan los sportinguistas en sus botas, pero las que hacia el Numancia eran más directas y con esa incertidumbre que tenemos los aficionados rojiblancos de como va a responder nuestra linea defensiva, bien lo ha hecho casi perfecto, la llegada de Abelardo ya marco el final de la pasada campaña esa mejoría defensiva pero a lo largo de la pretemporada ese ha sido el punto dónde más inciso ha hecho el preparador gijonés y a fe que ha conseguido darle un punto más a esa linea tan descompensada en si misma. Con esto llego el descanso simples escaramuzas y poco más con demasiada dureza por parte de los numantinos que el colegiado madrileño Sr. Lesma debería haber cortado antes.
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| Jony, nuevamente un incordio |
Siendo un dominio falso el del Sporting sobre el área numantina que salía a la contra con peligro Abelardo realizó el tercer y último cambio poniendo otro punta en el campo Pablo Pérez mientras que mandaba a la caseta a Barrera, un cambio que en el momento de producirse se interpreto en muchas partes como una reserva ordenada debido al incremento de rumores sobre la salida del jugador de Viella hacia el fútbol de la Premier en los próximos días. Pero sea lo que sea en el campo se juntaron Perez y Guerrero que se fue un poco más a la banda mientras que eran Jony y Muñiz los encargados de colocarles balones en forma de remate. Así fue en varios centros laterales en los que la mala suerte o un poco más y hubieran servido para llevar el empate a un marcador que si ya era desmerecido por los méritos de ambos, cada vez se veía más como era injusto con un equipo lanzado al ataque y que superaba a su rival. Entonces llegó la expulsión del ex oviedista que dio un punto de aire al Sporting, aprovechando su superioridad en el campo y sobre todo su mayor calidad el equipo empezó a crear ocasiones y tenía que llegar lo que al final fue.
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| El Numancia mantenía una solidez defensiva rocosa |
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| Muñiz remata a gol, era el 1-2 |
Y llega el 83 jugada del Sporting que como casi todas inicia Cases en una buena apertura de juego a la dcha dónde retrasa hacia Luis Hedz y este, que se está convirtiendo en un perfecto pasador tanto con el pie como con la mano, centra sobre la posición de Guerrero en el área quien controla con el pecho y aguanta la carga del defensa dándose la vuelta mientras conecta un chut cruzado lejos del alcance del portero y sube el 1-1 al marcador de Los Pajaritos, estruendosa la respuesta de los aficionados sportingustas, esos 150 en la grada desolada del campo soriano parecían llegara los 20.000 habituales del templo gijonés mientras el banquillo saltaba a la vez para festejar algo más que merecido y en ese momento ya importantísimo para el devenir del equipo. Tan sólo un minuto después era Muñiz quien a punto estuvo de cambiar el marcador y seguidamente era Pérez quien volvía a cruzar en exceso su remate de cabeza, el Sporting no sólo dominaba, era merecedor de la victoria y lo que se merece normalmente llega y en esta ocasión sí fue, cruce de lado a lado del balón por parte de Lora y Cases recoge a la perfección la pelota que envía al hueco dónde en carrera llega Jony y tras librarse de su marcador pone el balón atrás al fondo desde donde llega Muñiz con toda la rabia del año pasado fuera de Gijón y con el interior de ese pie lleno de clase arroja el balón al fondo de la red, era el 1-2 y el premio a la lucha y la tensión de unos guajes, acompañados por veterano también guajes que dirigidos por uno de casa de verdad nos harán sufrir de lo lindo esta temporada, pero las alegrías no van a ser pocas.

