Nueva
oportunidad perdida de alcanzar los puestos altos, ante un rival ordenado, bien
plantado, que supo aprovechar nuestras facilidades defensivas y matar el
partido cuando se le podía complicar, con pérdidas de tiempo y artimañas que
son más fáciles de realizar cuando se tiene delante a un colegiado malo y muy
sobrado de chulería.
El
problema es que ya son muchas las ocasiones en que vemos que los rivales nos
sacan los puntos haciendo muy poco. ¿Llegará algún momento en el que nosotros
podamos también sacar rendimiento haciendo muy poco? Pues no, no llegará
mientras no sepamos qué es lo que tenemos que hacer.
Seguimos
a bandazos y hoy le toco a Hugo Fraile el papel de carrilero, algo para lo que
no está preparado ni técnica, ni física ni mentalmente. Parece mentira que nos
empeñemos en este sistema teniendo tres centrales muy lentos y que no llegan a
cubrir los huecos que dejan las subidas de los carrileros cuando nos pillan en contrataque.
Además los dos carrileros no tienen en este momento la preparación física para
poder cubrir con sus labores tanto defensivas como atacantes y acaban llegando
tarde tanto para unas como para otras.
Pues
así empezó el partido, con los tres centrales, Fraile y Canella en las bandas,
el trío de Mareo Sergio, Cases y Barrera llevando la manija y la temida dupla
serbia en el ataque.
Cierto
control del balón por parte rojiblanca en los inicios y en el minuto 13 un
avance de Alex Barrera, en un arranque pleno de fuerza y técnica como nos tiene
acostumbrados últimamente, lo culmina con un centro que remata de cabeza Dejan
Lekic para subir al marcador su quinto gol en cinco partidos. Destacar el toque
de tacón de Stefan sobre Barrera al inicio de la jugada.
Poco
dura la alegría en casa del pobre y en apenas dos minutos, un balón que llega
por dos veces a la esquina derecha del área rojiblanca, donde nadie defendía,
lo consiguen centrar al punto de penalti para que Javito toque con el interior
del pie derecho y las blandas, blanditas manos de Cuellar no logran impedir que
suba el empate. En el minuto 24 otra internada por la derecha y el centro lo
desvían al poste entre Canella y Javito ante la confianza de Cuellar y el
rechace lo aprovecha el propio Javito para dar la vuelta al partido casi sin
enterarse. De ahí al descanso, el Alcorcón nos dominó claramente, más por la
falta de criterio y concentración sportinguista que por los méritos
alcorconeros. En esta fase del partido no apareció por ningún lado la presión e
intensidad que nos había dado buen resultado en Lugo y, pese a tener un medio
del campo enteramente creativo, los encargados de sacar el balón eran Bernardo
e Iván Hernández.
En
la segunda parte, el Alcorcón se dedicó a tratar de aguantar el tipo y el
Sporting tuvo varias ocasiones claras para marcar, como un chut de Cases sólo
dentro del área, tras dejada de cabeza de Stefan, que salió rozando el poste, un
disparo de Sergio Alvarez desde el borde del área y una internada de Alex
Barrera que no llegó a rematar por muy poco Dejan Lekic.
En
el minuto 66 doble cambio con entrada de Santi Jara y Carmona por Iván
Hernández y Hugo Fraile, pitado al retirarse. Y en el 67 llegó el empate, en
una jugada de Carmona por la izquierda, centro al área que toca Stefan de
cabeza para que Dejan Lekic desvíe el balón hacia la portería antes de que
tocara el suelo.
A
partir de ahí no me atrevo a decir cómo pasó a jugar el equipo; era algo así
como defensa de tres, con Jara apoyando a Luis en banda derecha, Carmona debía
encargarse de la izquierda aunque era Lekic quien caía más a banda y Carmona se
iba al centro, Barrera abarcaba toda la línea central, bajando a recibir y
llegando al área, entre Sergio y Cases se tapaban (bueno Cases se escondía tras
Sergio), y Scepovic en la zona central de ataque. Al final, más intención y
ansiedad que juego y sólo quedó como ocasión clara un chut lejano de Alex
Barrera.
Entre
medias, la expulsión del portero suplente Alberto, por protestar una acción en
la que el colegiado dejó seguir en el terreno de juego al central Babín, tras
ser atendido por las asistencias alcorconeras, cuando el reglamento indica que
debe salir del terreno de juego. Esto da una idea de la lamentable actuación
del colegiado, uno de los típicos que tiene un desmesurado afán de
protagonismo, y que pasó también por alto un claro agarrón a Stefan, con la duda
de si fue dentro o fuera del área.
Los
sportinguistas:
Cuellar, muy flojo en el poco trabajo que tuvo y manos
blandísimas en el primer gol.
De
los tres centrales, Bernardo el más destacado, con anticipación sobre todo por
alto, mientras que Luis Hernández e Iván Hernández pasaron por más penurias,
sobre todo el capitán por su lentitud. Hugo Fraile fracasó totalmente en esta
nueva posición, sin desbordar en ataque y no siendo capaz de llegar a defender
en prácticamente ninguna ocasión. Canella sigue sin estar y la banda entera
para él es demasiado. Sergio hizo la labor que se espera de un organizador,
mostrándose para recibir el balón y tratando de buscar la mejor opción; con
algo de ritmo que coja, puede ser la pieza que nos faltaba. Cases volvió hoy a
su flojedad habitual, estuvo muy escondido y tampoco aportó su habitual lucha.
Y llegamos a los tres mejores: Alex Barrera hizo un partido completísimo, lleno
de entrega y lucha para recuperar cada balón y conduciendo con fuerza y calidad
hacia el ataque, pese al férreo marcaje al que fue sometido. Dejan Lekic mostró
mucho más que su habilidad rematadora para lograr los dos goles, ya que fue
capaz de aguantar los balones largos, distribuirlos a banda y apoyarse en
Barrera y Scepovic. Y este último, sin hacer su mejor partido, hizo lo que sabe
bien, abrir huecos, buscar desmarques, agobiar a los centrales y buscar la
mejor opción para sus compañeros. De los cambios, Carmona se lució con la
jugada del empate, pero luego volvió a estar intermitente y Santi Jara, por lo
menos robó un balón tras correr la banda hacia atrás (aunque luego lo perdió
inmediatamente).
Del
entrenador casi ni hablo, porque se pueden extraer, leyendo entre líneas en
esta crónica, la multitud de errores en la dirección técnica del equipo. Eso
sí, en su habitual rueda de prensa vende-humos se escudó en el arbitraje y en
que nos cortaron el juego continuamente y que tuvimos simplemente diez minutos
de falta de intensidad. Debe ser que desde ras de césped la perspectiva es
distinta que desde la grada (me encantaría invitarle a ver un partido desde
arriba y que nos contara a la afición lo que ve). Por cierto, ¿a ninguno de los
profesionales de la prensa se les ocurrió preguntarle por las lagunas
defensivas, sobre todo por banda de la primera parte? Porque cuatro pringados
de aficionados de este grupo lo comentábamos de continuo durante el partido.
Un
partido menos y una ocasión más que se nos escapa. PUXA SPORTING.
Por Antonio Tobías