Sin el motor y las ruedas, el coche no andaría. O lo que es lo mismo, sin una buena preparación mental y en las piernas, el rendimiento del futbolista no sería el más óptimo. Esa es la misión del preparador físico del Sporting, Gerardo Ruiz, que también actúa como psicólogo gracias a su cercanía con los jugadores.
Gerardo, el artificie | marca.com |
El gijonés pone a punto la maquinaría de la plantilla rojiblanca y asegura que aún les queda mucha gasolina por quemar. “Cada semana se gasta mucha energía y no puedo decirles que se reserven, porque tienen mucho afán de superación. Pero si el depósito se va vaciando, se llena con un trabajo invisible, principalmente con la alimentación y el estado de ánimo”, relata Gerardo, que conoce a la perfección a cada miembro de la plantilla rojiblanca.
El culpable de este momento físico de los jugadores se resta méritos para destacar la voluntad de los suyos: “Uno pone los cimientos para que los jugadores rindan a buen nivel todo lo posible, pero ellos son los principales actores de esta película”. El Sporting corre y mucho. Pese a que la plantilla se reparte los esfuerzos en el césped, los mediocentros son los que más kilómetros acumulan en sus piernas. Nacho Cases, Sergio y Rachid recorren más de 12 kilómetros cada partido.
El gijonés asegura que el equipo no ha llegado a su techo físico ya que trabaja de “microciclo a microciclo porque hay que competir bien todas las semanas”. Por ello, considera que el parón navideño será positivo para la plantilla debido a la necesidad de tomarse un respiro.
staff técnico | elcomercio.es |
Gerardo, junto a Abelardo, Iñaki Tejada, Isidro Fernández y Marco Díaz forman un cuerpo técnico compacto que trabaja en la misma línea, sin fisuras y con una gran sintonía pese a los acontecimientos que repercuten al club, con la venta encima de la mesa y con los jugadores sin recibir sus nóminas al día.
Trabajar la mentalidad
Una situación a la que no son ajenos y que tratan de capear para que no repercuta en lo deportivo. En ese momento, la preparación mental entra en juego, al igual que si llegase la primera derrota. “Es una incógnita, puede hundirnos un poco o hacernos mejorar porque los jugadores tienen un carácter positivo. No le tenemos miedo a que llegue porque de las derrotas se aprende más que de las victorias”, justifica Gerardo, preparado para cuando llegue esa circuntancia, que se espera sea más tarde que temprano.
Una situación a la que no son ajenos y que tratan de capear para que no repercuta en lo deportivo. En ese momento, la preparación mental entra en juego, al igual que si llegase la primera derrota. “Es una incógnita, puede hundirnos un poco o hacernos mejorar porque los jugadores tienen un carácter positivo. No le tenemos miedo a que llegue porque de las derrotas se aprende más que de las victorias”, justifica Gerardo, preparado para cuando llegue esa circuntancia, que se espera sea más tarde que temprano.
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