lunes, 3 de marzo de 2014

RESUMEN DEL EIBAR 3 - SPORTING 0. CURA DE HUMILDAD...



En mi resumen del mes de febrero, me preguntaba que si ya habíamos alcanzado la estabilidad que pudiera llevarnos a lograr el objetivo; pues la respuesta llegó más pronto que tarde y esta mañana en Ipurúa se demostró que seguimos siendo ese equipo capaz de lo mejor y de lo peor, irregular e inestable, sin que sepamos qué tipo de fútbol jugamos y dejando claro que si no surtimos de balones a nuestros serbios, poco tenemos que hacer.

En el once inicial entró Lekic por un Barrera que no estaba en su mejor momento, pero que demostró que se le echa en falta hoy en día mucho en este equipo. Y como bien decía Sandoval en su previa, no por tener más delanteros se juega más ofensivo y “no nos equivoquemos, que en Ipurúa no debe ser todo balones por alto”, pues sí, la teoría la conocía, pero el mismo no lo llevó a la práctica y ocurrió lo que todos vimos, aunque muy condicionado por esos pequeños detalles que inclinan los partidos.
La primera parte transcurrió sin un dominador claro, aunque se jugaba más cerca del área de Cuellar que de la de Irureta, en un terreno de juego que dejaba mucho que desear (aunque esto perjudica a ambos equipos). Dos equipos que jugaban sobre todo balones largos y con muchas imprecisiones en las entregas. Lo que sí se vislumbraba ya era la mayor intensidad y agresividad que mostraban los eibarrenses, a los que parecía que les iba más en el envite que a unos parsimoniosos jugadores sportinguistas. Y esa intensidad y agresividad es lo único que se le ve a este equipo, y con ello se mantiene en lo alto del liderato (algo querrá decir…)
Todo apuntaba al empate sin goles al descanso, pero un centro desde la banda derecha, sin aparente peligro y que debió acabar en las manos de Cuéllar, este, incomprensiblemente lo deja pasar (suponemos que por no darse cuenta de que había un blaugrana por las inmediaciones) y Gilvan no desaprovecha el regalo y pone a los de Ipurua por delante.
Si ya el tono del equipo hacía que se esperaran cambios al descanso, este gol debería de haberlos acelerado, sobre todo viendo que jugadores como Cases o Carmona no se encontraban cómodos en este partido, además de que el mallorquín ya tenía una tarjeta amarilla. Pero Sandoval no lo debió ver así y, a buen seguro que se arrepintió, aunque no lo reconociera (faltaba más…)
Porque en el primer cuarto de hora de la prolongación terminó de definirse el partido. En el minuto 50, Carmona salta con el codo en alto, golpeando a un contrario y ve la segunda cartulina amarilla (en lugar de sustituido, expulsado), en el minuto 52, jugada por la izquierda y el centro al medio del área lo remata viniendo desde atrás y libre de marca Jota Peleteiro. Partido ya cuesta arriba, que se acaba de decantar en el minuto 58, cuando el propio Jota saca una falta cercana al área, Cuéllar realiza una palomita de las suyas para sacar el balón a una mano y el rechace lo aprovecha Albentosa, al que Sergio no siguió en la marca, para batir a placer a Cuellar y establecer el sonrojante y definitivo marcador de 3-0.
Ahora sí, llegaron los cambios en el equipo rojiblanco, pero “a buenas horas, mangas verdes…”.
Como las desgracias nunca vienen solas, llegó la expulsión de Cuellar (que se fue ovacionado por el público de Ipurúa) por cortar un balón con la mano fuera del área al intentar parar un contrataque eibarrés. Entró Alberto por Scepovic, aunque no tuvo ocasión de demostrar si puede ser portero para el Sporting. El domingo contra el Numancia lo veremos.

Desde ahí hasta el final, un Eibar que se dedicó a dormir el balón, guardándose para lo que le queda de temporada y un Sporting que ya no sabía dónde meterse, sin espíritu ni idea, ni suficientes jugadores  para tratar de acercarse en el marcador.

Esperemos que haya sido una mala tarde, pero es que por desgracia este equipo nos tiene acostumbrado a ellas, sobre todo en días donde hay que dar el todo por el todo, como era hoy en el campo del sorprendente líder. Ya lo dijo Sandoval, hoy era un partido para ganar, más que para jugar; pues no les quedó muy claro ni a sus jugadores ni a él mismo, vista la actitud sobre el terreno de unos y las malas decisiones del otro.
A pasar página, sí, pero a quedarse muy grabado en la cabeza lo ocurrido hoy, porque ante los errores hay que ser crítico y debemos aprender la lección para tratar de que esto no vuelva a ocurrir. Uno de los presupuestos más bajos de la categoría, con jugadores totalmente desconocidos en su mayoría, nos ha derrotado con total justicia y claridad. Su juego será feo, pero hacen lo que les conviene para obtener resultados, y lo tienen muy claro, sin alardes, con humildad…apuntemos esta palabra.
PUXA SPORTING.
Por Antonio Tobías