EL TESORO DE MAREO POR ENÉSIMA VEZ
como en las vías... sólo hay un camino | ssdg |
Vivimos tiempos de escasez en
casi todo lo que nos rodea. Eso nos obliga a ser más creativos, imaginativos,
en definitiva, a exprimir más nuestros recursos. El Real Sporting no ha sido
ajeno a ello con la diferencia que nuestra crisis ha comenzado hace muchos
años, tantos que podríamos decir que es
crónica. ¿Y cuál es su origen? Si realizásemos una analítica completa de
nuestro club, ésta mostraría como hay un valor, por encima de los demás, que
está a cero: el sentido común. Y no será porque la historia no nos lo haya
enseñado. Y no será porque no haya otros clubes que simplemente con mirarlos y
leer su itinerario, no nos digan por donde debemos de caminar. Ha sido una vez
más la necesidad: lo que no haces por devoción, terminas haciéndolo por
obligación
La escasez de recursos nos ha
obligado a exprimir el tesoro de Mareo al máximo, rascando sus paredes para
conformar un equipo y su cuerpo técnico. Y una vez más, como otras en la
historia del Real Sporting, han descubierto a un grupo de personas
comprometidas con su trabajo. Tan capaces en lo deportivo como cualquiera de la
categoría. Tan capaces en su profesionalidad como cualquiera que practique este
deporte en la élite. Tampoco esto significa que todo lo que allí crece sea
excelente o excepcional y tengas que usarlo porque sí. La gran ventaja está en
que lo has visto crecer tú y puedes elegir sabiendo a quien eliges. Cuando
buscas fuera tienes que fiarte de los demás, a veces, reducidos a un cd con
imágenes grabadas de partidos
Mi duda, con la mentalidad que
existe no solo en estos directivos, sino en el fútbol en general, de ir de
grandones en cuanto cruzan la puerta del primer éxito, es si este tesoro
llamado Mareo volverá a ser precintado en época de abundancia. Si se le volverá
a dar la espalda en cuanto los millones que dicen que dan las televisiones,
aparezcan como una simple hipótesis de futuro. Si es así, otra vez la historia
tendrá que ponernos en nuestro sitio. Lo que pasa que son tantas veces las que
llamamos a la historia que alguna vez, ésta pueda que no aparezca porque harta
de urgencias, decida que desaparezcamos para siempre
by Roberto S. Fedz.