lunes, 23 de febrero de 2015

MAREO Y SU TESORO...

EL TESORO DE MAREO POR ENÉSIMA VEZ



como en las vías... sólo hay un camino | ssdg

Vivimos tiempos de escasez en casi todo lo que nos rodea. Eso nos obliga a ser más creativos, imaginativos, en definitiva, a exprimir más nuestros recursos. El Real Sporting no ha sido ajeno a ello con la diferencia que nuestra crisis ha comenzado hace muchos años, tantos que  podríamos decir que es crónica. ¿Y cuál es su origen? Si realizásemos una analítica completa de nuestro club, ésta mostraría como hay un valor, por encima de los demás, que está a cero: el sentido común. Y no será porque la historia no nos lo haya enseñado. Y no será porque no haya otros clubes que simplemente con mirarlos y leer su itinerario, no nos digan por donde debemos de caminar. Ha sido una vez más la necesidad: lo que no haces por devoción, terminas haciéndolo por obligación

La escasez de recursos nos ha obligado a exprimir el tesoro de Mareo al máximo, rascando sus paredes para conformar un equipo y su cuerpo técnico. Y una vez más, como otras en la historia del Real Sporting, han descubierto a un grupo de personas comprometidas con su trabajo. Tan capaces en lo deportivo como cualquiera de la categoría. Tan capaces en su profesionalidad como cualquiera que practique este deporte en la élite. Tampoco esto significa que todo lo que allí crece sea excelente o excepcional y tengas que usarlo porque sí. La gran ventaja está en que lo has visto crecer tú y puedes elegir sabiendo a quien eliges. Cuando buscas fuera tienes que fiarte de los demás, a veces, reducidos a un cd con imágenes grabadas de partidos
 
Mi duda, con la mentalidad que existe no solo en estos directivos, sino en el fútbol en general, de ir de grandones en cuanto cruzan la puerta del primer éxito, es si este tesoro llamado Mareo volverá a ser precintado en época de abundancia. Si se le volverá a dar la espalda en cuanto los millones que dicen que dan las televisiones, aparezcan como una simple hipótesis de futuro. Si es así, otra vez la historia tendrá que ponernos en nuestro sitio. Lo que pasa que son tantas veces las que llamamos a la historia que alguna vez, ésta pueda que no aparezca porque harta de urgencias, decida que desaparezcamos para siempre


by Roberto S. Fedz.