»EL VILLA DE GIJON SE QUEDO CON LOS YOGURINES…«
Lo
que hubiera sido en otros momentos un entradon para ver la presentación
del equipo en su templo futbolístico, se convirtió esta ocasión en una
simple reunión de aficionados para ver las evoluciones de dos equipos
sin demasiadas ansias por nada y simplemente ensayando claramente los
diferentes esquemas de juego necesarios en cada momento del campeonato a
punto de empezar para unos y sin fecha para los otros. Cierto que el
Sporting quiso darle algo más de dinamismo al fútbol empleado, pero la
veteranía y dureza en algunos casos de los hombres del rumano Contra,
hacían esta labor inservible, para más dolor de la grada semi vacía, la
oportunidad de marcar el Sporting en la primera mitad, la marro de forma
bochornosa, el llamado a ser el referente gol del equipo, lo que
aumento el desgane de los 7078 espectadores que anunciaron estaban en el
campo. En este primer período el mejor del partido sin duda el
guardameta extremeño "Pichu" Cuellar que hasta en cuatro ocasiones
realizó paradas que evitaron sin duda el tanto de los getafeños. Por
parte rojiblanca se vio ganas e intenciones en varios jugadores entre
los cuales incluimos al propio Guerrero pese al error en el tiro de la
máxima pena, aun así no vemos al toledano como el referente de la
delantera sportinguista. Bien en líneas generales el equipo sobre todo
en labores de contención.
Carlos, encendió a Auita |
Ya
nos vamos al segundo período cunado los entrenadores a partir del
primer cuarto de hora dieron rienda suelta a los cambios, si bien en
esta ocasión el Sporting comenzó ya de mano con el cambio en la portería
dejando Cuellar su puesto al catalán Alberto, que tras todo el transito
realizado durante el pasado fin de semana al final se queda en el
Sporting y disputará el puesto a Cuellar, algo complicado por el estado
de forma que hemos visto al »Pichu« en esta pretemporada, aunque el
desarrollo de l segunda mitad tanto en el juego como en los penaltis fue
también para calificar de sobresaliente la actuación de Alberto, en
particular además de la detención de un penalti hizo dos intervenciones
en sendos mano a mano con delanteros madrileños que evitaron claramente
que el balón llegase a la red rojiblanca. Un detalle en este período sin
dejar al portero del equipo de Abelardo es el anecdótico de que estreno
capitanía en el minuto 60 del partido cuando lora fue sustituido y
Alberto se colocaba el brazalete que le otorga la elección realizada
días atrás por sus compañeros, algo sin duda importante también para el
jugador.
Abelardo contempla la entrega del trofeo |
En
lo que el fútbol requiere esta segunda mitad muy parecida a la primera y
es que en el Sporting por ser nuestro referente cualquier jugador de
los que ocupan puesto en el terreno de juego conoce perfectamente las
ideas de Abelardo y las ordenes son cumplidas a rajatabla, mínimos
errores de fundamento son los que se pueden apreciar y las pérdidas de
balón ya vienen dadas simplemente por el acierto del contrario o la
finalización de la jugada sin resultado en el marcador. Como menciona
»el pitu« " Estoy seguro de que daremos una buena imagen”
Varias
jugadas con peligro en ambas partes en las que unas veces los
guardametas y otras la falta de puntería hicieron llegar al final con el
mismo tanteador que empezó el encuentro.
Una
sola nota discordante, si durante el partido y en el primer período el
Getafe se empleó con mayor dureza de la esperada en este tipo de
enfrentamientos, lo que le costó dos amarillas, tras el lanzamiento de
los penaltis el portero del equipo madrileño, ya conocido por su
affaires en otros clubes se fue hacía el joven Carlos castro a
recriminarle el modo en que le marco el lanzamiento que le correspondió
efectuar y es que con total valentía y falta de escrúpulos el chaval le
lanzo un tiro medio Panenka que dejo en el mayor de los ridículos al
portero valenciano, algo que se aumenta al ver su reacción tras la
finalización del encuentro, Tanto sus compañeros como Alberto, Abelardo y
hasta el propio Quini tuvieron que intervenir para hacer comprender al
guardameta su error y la intención sana del delantero sportinguista.