domingo, 17 de agosto de 2014

TROFEO EN CASA... MENOS GASTOS

»EL VILLA DE GIJON SE QUEDO CON LOS YOGURINES…«
 Lo que hubiera sido en otros momentos un entradon para ver la presentación del equipo en su templo futbolístico, se convirtió esta ocasión en una simple reunión de aficionados para ver las evoluciones de dos equipos sin demasiadas ansias por nada y simplemente ensayando claramente los diferentes esquemas de juego necesarios en cada momento del campeonato a punto de empezar para unos y sin fecha para los otros. Cierto    que el Sporting quiso darle algo más de dinamismo al fútbol empleado, pero la veteranía y dureza en algunos casos de los hombres del rumano Contra, hacían esta labor inservible, para más dolor de la grada semi vacía, la oportunidad de marcar el Sporting en la primera mitad, la marro de forma bochornosa, el llamado a ser el referente gol del equipo, lo que aumento el desgane de los 7078 espectadores que anunciaron estaban en el campo. En este primer período el mejor del partido sin duda el guardameta extremeño "Pichu" Cuellar que hasta en cuatro ocasiones realizó paradas que evitaron sin duda el tanto de los getafeños. Por parte rojiblanca se vio ganas e intenciones en varios jugadores entre los cuales incluimos al propio Guerrero pese al error en el tiro de la máxima pena, aun así no vemos al toledano como el referente de la delantera sportinguista. Bien en líneas generales el equipo sobre todo en labores de contención.

Carlos, encendió a Auita
Ya nos vamos al segundo período cunado los entrenadores a partir del primer cuarto de hora dieron rienda suelta a los cambios, si bien en esta ocasión el Sporting comenzó ya de mano con el cambio en la portería dejando Cuellar su puesto al catalán Alberto, que tras todo el transito realizado durante el pasado fin de semana al final se queda en el Sporting y disputará el puesto a Cuellar, algo complicado por el estado de forma que hemos visto al »Pichu« en esta pretemporada, aunque el desarrollo de l segunda mitad tanto en el juego como en los penaltis fue también para calificar de sobresaliente la actuación de Alberto, en particular además de la detención de un penalti hizo dos intervenciones en sendos mano a mano con delanteros madrileños que evitaron claramente que el balón llegase a la red rojiblanca. Un detalle en este período sin dejar al portero del equipo de Abelardo es el anecdótico de que estreno capitanía en el minuto 60 del partido cuando lora fue sustituido y Alberto se colocaba el brazalete que le otorga la elección realizada días atrás por sus compañeros, algo sin duda importante también para el jugador.
Abelardo contempla la entrega del trofeo
En lo que el fútbol requiere esta segunda mitad muy parecida a la primera y es que en el Sporting por ser nuestro referente cualquier jugador de los que ocupan puesto en el terreno de juego conoce perfectamente las ideas de Abelardo y las ordenes son cumplidas a rajatabla, mínimos errores de fundamento son los que se pueden apreciar y las pérdidas de balón ya vienen dadas simplemente por el acierto del contrario o la finalización de la jugada sin resultado en el marcador. Como menciona »el pitu« " Estoy seguro de que daremos una buena imagen”
Varias jugadas con peligro en ambas partes en las que unas veces los guardametas y otras la falta de puntería hicieron llegar al final con el mismo tanteador que empezó el encuentro.
Una sola nota discordante, si durante el partido y en el primer período el Getafe se empleó con mayor dureza de la esperada en este tipo de enfrentamientos, lo que le costó dos amarillas, tras el lanzamiento de los penaltis el portero del equipo madrileño, ya conocido por su affaires en otros clubes se fue hacía el joven Carlos castro a recriminarle el modo en que le marco el lanzamiento que le correspondió efectuar y es que con total valentía y falta de escrúpulos el chaval le lanzo un tiro medio Panenka que dejo en el mayor de los ridículos al portero valenciano, algo que se aumenta al ver su reacción tras la finalización del encuentro, Tanto sus compañeros como Alberto, Abelardo y hasta el propio Quini tuvieron  que intervenir para hacer comprender al guardameta su error y la intención sana del delantero sportinguista.